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La danza "Kanaga" entre los Dogon




La cultura Dogón se ubica en la región central de Malí, en el occidente del continente africano, se establecieron en la zona a partir del siglo XV debido a luchas tribales que obligaron al grupo a refugiarse en las proximidades de la falla de Bandiagara(1), espacio que hasta la fecha ocupan. Esta cultura se caracteriza por sus tradiciones religiosas que se expresan a través de esculturas en madera, arquitectura y danzas, mención especial merece la danza kanaga que será objeto de análisis ya que sintetiza de manera peculiar la cosmogonía de la cultura Dogón.

A través del mito el hombre africano explica la creación del universo y todo lo que ello implica, incluso, los actos humanos cobran importancia en la medida en que se relacionan con las causas primeras de la creación, convirtiéndose en una ética que los hombres deben seguir. Los mitos exotéricos conforman un conocimiento general para la mayor parte de la población, simultáneamente, los mitos esotéricos presentan identificaciones y conexiones más amplias; ambos mitos conforman un esquema lógico de símbolos que expresa un sistema de pensamiento más complejo que trasciende la noción de mito. Podemos decir que existe una relación recíproca entre el individuo y el mito ya que el individuo afecta al orden cósmico del cual es reflejo. Para los Dogón, el mito se construye a partir de una tabla de signos de carácter reversible, es decir, que los signos, los sustitutos y las imágenes constituyen un vasto sistema de correspondencias, en el cual cada término está entrelazado con lo que parecen ser categorías específicas.

Figura No. 1. Kize uzi o "semilla primigenia" y las siete vibraciones prístinas del huevo del mundo.

La concepción del universo se basa en un principio de vibraciones, tanto de la materia como del movimiento general del universo en su conjunto. El germen de la vida está simbolizada por la semilla primigenia o kize uzi(2) que, mediante siete vibraciones internas y siete externas, rompe su vaina para desplegar su energía al universo mediante un característico movimiento en espiral o hélice del aduno tal o “huevo del mundo”, la serie de desdobles que se derivan de esta idea fundamental, crea todo lo existente. Así, de la semilla primigenia (semilla de mijo) se suman las siete vibraciones internas y las siete externas desdoblándose la primera pareja ideal(3), a su vez, a esta pareja se suma la vibración reproductiva del hombre para alcanzar la octava y con ello contabilizar las 8 deidades fundacionales; siguiendo esta lógica, de las 8 deidades se desprenden en progresión geométrica(4) 16, luego 32, etcétera, siendo la constante o razón de todo el proceso el número 2. En el caso particular del mito creacional de los Dogón, la razón de la progresión es el número 2, que estaría refiriendo al propio concepto de gemelidad(5), fundamental en todo su pensamiento, pero además, por el papel mítico de la mujer en el desorden del mundo producto de la menstruación femenina. (Griaule-Dieterlen, 1954)

La semiótica de Charles Sanders Pierce será el marco teórico que nos permitirá encontrar el significado propio de la danza kanaga. Para Pierce “el signo o representamen, es algo que está para alguien, por algo, en algún aspecto o disposición” (Magariños de Morentin, 1983) e internamente se constituye de tres categorías o formas de cercarse a la realidad, a saber: primeridad, segundidad y terceridad. La primeridad es lo innombrable, la sensación inmediata de las cosas antes de ser conceptualizadas, es dejarse afectar por el entorno, en otro nivel, constituye el significante; la segundidad implica un conocimiento, una experimentación donde se van relacionando los elementos, es ahí donde entra el lenguaje, la reflexión interior y  comienza la conceptualización, en otro nivel, constituye el significado; finalmente, la terceridad es lo más claro entre lo observable, está más relacionado con el símbolo, toma de elementos externos ideas para su construcción que puede ser constante o bien, cambiar de acuerdo a los sujetos o las épocas históricas, en otro nivel, constituye el referente.

Figura No. 2. Triada de Pierce donde se muestra la relación entre primeridad, segundidad y terceridad.

Ya decíamos que para Pierce el signo debe contener la posibilidad de relación en los tres aspectos que requiere su existencia: el “por algo”, el “para alguien” y el “en alguna relación”. Mediante el primero, el signo captará lo que de conocimiento (significante) le interesa del objeto; mediante el segundo, se instituirá a sí mismo como forma perceptual y soporte sustitutivo (significado) de tal intervención; y, mediante el tercero, proporcionará la posibilidad de modificación que, en un determinado sistema (referente), afecta al conocimiento o desconocimiento (pero no, no-conocimiento) acerca de dicho objeto. (Magariños de Morentin, 1983)

Así, tenemos que las características de estas tres formas de conocimiento a través del signo son:
  • Significante: Este signo está en lugar de algo, su objeto.
  • Significado: Es “algo que está para alguien en lugar de algo bajo algún aspecto o capacidad. Se dirige a alguien, esto es, crea en la mente de esa persona un signo equivalente o quizá un signo más desarrollado. Ese signo creado es al que llamo interpretante del primer signo. Este signo está en lugar de algo, su objeto. Está en lugar de algo no en todos sus aspectos, sino sólo en relación con alguna idea a la que a veces he llamado la base (ground) del representámen” (Magariños de Morentin, 1983)
  • Referente: Es el signo equivalente o más desarrollado que el signo original, causado por ese signo original en la mente de quien lo interpreta. Se trata del elemento distintivo y principal en la explicación de la significación por parte de Peirce y juega un papel central en toda interpretación no reduccionista de la actividad comunicativa humana. Este tercer elemento convierte a la relación de significación en una relación triádica, pues el signo media entre el objeto y el interpretante, el interpretante relaciona el signo y el objeto, y el objeto funda la relación entre el signo y el interpretante. (Magariños de Morentin, 1983)
Figura No. 3. Triada de Pierce donde se muestra la relación entre significante, significado y referente.

Aplicando el análisis semiótico de Pierce a nuestro objeto de estudio (la danza kanaga) tenemos que el significante lo constituye las cualidades perceptivas que proporciona la danza, es decir, el espacio de acción, sus movimientos y desplazamientos; por otro lado, el significado lo constituye el concepto que sobre dichas acciones expresa la danza; finalmente, el referente lo constituye todos aquellos elementos extra-dancísticos como lo es el significado de la máscara y el propio mito de la creación de los Dogón.


La máscara Kanaga
La máscara kanaga, al igual que otras, está cargada de simbolismos desde el momento de su elaboración lo cual queda plasmado en los elementos materiales que la componen: 


"Las máscaras son adornadas con signos simbólicos en rojo, blanco y negro. Estos mismos motivos aparecen sobre las piedras de las cuevas, donde se guardan las máscaras. La finalidad de estos signos es avasallar los espíritus de los difuntos que son inseparables de las máscaras, puesto que protegen al bailarín mientras las lleva. Algunas máscaras son veneradas, pero cuando el material ya no resiste se confecciona otra nueva que es consagrada a través de un estricto ritual en que la fuerza mística pasa de la vieja a la nueva." (Helfritz, 1960b: 99)
Esta máscara, tallada en madera, es usada por los Dogón en la ceremonia Zigj para representar el mito de la creación. Entre los usos que tiene la danza está el de servir en los ritos funerarios, se danza en la casa del difunto para conducir su espíritu a su destino final y como protección de los vivos; además, otro de los usos de la danza es proteger de los animales salvajes a los cazadores.

Existen varias versiones sobre el significado de la máscara Kanaga: 

  • Representa a un ave mítica que se asocia al pájaro pinzón(6), que es endémico de la región de Malí.
  • Representa al cocodrilo que ayudó al hombre a cruzar el río. Es interesante hacer notar que culturalmente el cocodrilo es un animal que no se mata ni sirve de alimento al hombre Dogón, son totémicos porque ayudaron al hombre a encontrar el agua. Sin embargo, ya existe máscara del cocodrilo y una danza específica.
  • Representa un gesto de la mano de Amma cuando crea el mundo.
Imagen No. 1. Pájaro pinzón candela kulikoro (Lagonosticta virata), ave endémica de Malí.

De las tres versiones la menos probable es la representación del cocodrilo ya que existe una danza con esos atributos, en cuanto a la otras dos es posible que existan coincidencias y préstamos simbólicos y que ambas sean igualmente válidas para efectos de una interpretación.

Imagen No. 2. Máscara para la danza kanaga (90 cm de altura)

La máscara kanaga se puede dividir para su estudio en dos secciones:
  • Sección inferior: Corresponde a la zona del rostro del portador de la máscara. Es un cuerpo rectangular y zoomorfo, la forma triangular del rostro es la mandíbula del pájaro y la forma cónica es la lengua, muestra también un hueco en forma de boca, una lengua y dos orificios cuadrados como ojos.(7)
  • Sección superior: Unida a la sección inferior mediante una pieza vertical de madera, esta sección superior está coronada por una superestructura que representa las alas extendidas del ave mítica. En su parte superior, un travesaño de madera se levanta vertical al centro de la máscara y es rematada por la figura de dos personajes que representan la pareja primigenia(8); en su parte inferior, un travesaño cruza en forma horizontal el travesaño central y está rematado con dos pequeños fragmentos de madera orientados hacia abajo; en la parte superior, del mismo modo, un travesaño cruza horizontalmente el travesaño central solo que ahora los pequeños remates están orientados hacia arriba. Las intersecciones son unidas mediante cuatro orificios por los que se anudan ambas piezas. Así, la cruceta superior simboliza el mundo de lo sobrenatural mientras que la cruceta inferior simboliza lo terrenal. La línea vertical que une las dos crucetas, representa la unión que existe entre ambos mundos y, de acuerdo con el mito, es la mano de Amma que interviene no solo en la creación sino además en la unión de los dos mundos.
Algunas de las características de la máscara kanaga son su eje de simetría vertical, su conexión a una temática animalística y el hecho de representar la cosmovisión de la cultura Dogón.


Análisis semiótico
El término “danza africana” surge en Francia en la década de 1970, veinte años después del descubrimiento de famoso “ballet africano” del guineano Fodéba Keita y, en otro continente, con el “Kykunkor” del coreógrafo sierraleonés Asadata Dafora (1890-1965) cuando los americanos descubren en 1934 las formas auténticas de las danzas africanas. (Nganou, 2007: 272)

Para Nganou, al hablar de “danzas africanas” debemos distinguir entre tres variantes de uso: las sagradas, las semi-profanas y las profanas. Las sagradas —como lo es la kanaga—, son danzas rituales ejecutadas únicamente por iniciados en el que sobreviven una serie de pensamientos espirituales africanos originales o de otras culturas “chamánicas”(9), en el caso de la danza kanaga, impetuosa y frenética, muestra en sus movimientos la vibración interior de la materia y el creador del universo. El contexto de ejecución de las danzas sagradas se relacionan con momentos de la vida que sirven de puntos de inflexión, tal es el caso del paso de la infancia a la adultez, la veneración de antepasados, o las peticiones de protección a elementos de la naturaleza; por otro lado, las danzas semi-profanas, sirven de lazo de unión entre las sagradas y las profanas, se manifiestan en momentos excepcionales en donde no está presente el rigor interpretativo de lo sagrado ni tampoco con la función profana; finalmente, las danzas profanas se practican con la finalidad de cohesionar al grupo social a través de estados catárticos colectivos en los que la identificación refuerza lazos de identidad. (Nganou, 2007: 272)

Hay dos constantes que podemos destacar en toda danza africana: la unicidad del cuerpo y el sentido de unidad que se establece entre el tiempo y el espacio. Respecto al primer aspecto (la unicidad del cuerpo), hay un intento por fundirse en un solo movimiento, una sola realidad, no se trata de varios danzantes ejecutando pasos sino de ser un solo cuerpo que expresa la idea fundamental, la noción de sujeto individual y por ende, del cuerpo como realidad objetiva, queda eliminada de esta concepción, el cuerpo no solo se funde en uno solo sino que su razón de ser es la de expresar el significado de la danza. 

“La piel del hombre que lleva la máscara no puede ser vista ni en una mínima extensión; nadie debe saber que bajo este atavío se oculta un ser humano. El bailarín mismo cae en un éxtasis cada vez más intenso. impulsado por la música. al punto que deja de sentirse hombre. y es solamente cuando lo desvisten que vuelve a la realidad.” (Helfritz, 1960a: 91)

Por otro lado, respecto al segundo aspecto (la unidad de tiempo-espacio), la pulsación constante e infinita genera una realidad peculiar en el que se inserta la danza, el danzante se abandona en ese espacio, perdiendo su individualidad corporal y siendo uno solo con los otros, es decir, con el grupo. Si la pulsación define el espacio y el tiempo, el ritmo despierta la memoria del cuerpo y el sonido libera al sujeto de toda condicionante que la cotidianeidad le impone, tanto física como espiritual. (Nganou, 2007: 272)

Para elaborar el análisis semiótico de la danza kanaga se partió de un documento videográfico de la misma, a partir del cual se realizó tanto la descripción completa como la elaboración de gráficas de cada uno de los ocho cuadros coreográficos que la integran.
El espacio oval para la danza se encuentra delimitado por los observantes y por los integrantes de las diversas danzas que, dispuestos en grupo, se encuentran de pie mirando hacia el espacio dancístico. El piso es de tierra y no hay ningún elemento u objeto para la representación, excepto los propios integrantes que la ejecutan. En esta danza participan cinco individuos que ingresan al espacio dancístico formando una línea recta, cortando el espacio oval por el centro del diámetro mayor y manteniendo una equidistancia entre ellos que les permite realizar los movimientos.

En el primer cuadro coreográfico los cinco danzantes se ubican en su posición mientras mantienen sus brazos separados del cuerpo y ligeramente elevados al frente y en posición descendente. Realizan una alternancia en los pies de apoyo con pasos laterales y elevando la pierna izquierda en forma de escuadra hacia el frente. La secuencia termina con una torsión elíptica que paulatinamente se va inclinando cuando pasa al frente del cuerpo y por medio del cual, la sección superior de la máscara toca el suelo; para realizar esta secuencia el danzante gira la cabeza hacia atrás de izquierda a derecha, acompañado de una flexión de la cintura y el torso, cuando el giro pasa hacia adelante del danzante, éste baja la inclinación del cuerpo y la cabeza, de manera que la sección superior de la máscara frote el suelo, el movimiento circular se completa ahora con la elevación del torso y la cabeza hasta la posición inicial donde inició dicho giro. Después de esto el danzante gira la cabeza a la derecha y luego a la izquierda. Todos estos movimientos constituyen el primer cuadro de la danza, en lo que parece resultar cierta unidad, como se verá por contraste en los siguientes cuadros.

Figura No. 4. Representación gráfica del cuadro coreográfico No.1 de la danza kanaga.

En el segundo cuadro coreográfico, todos repiten la secuencia del cuadro No 1 excepto la torsión final, solo el primer danzante realiza la torsión final del cuadro No. 1 junto con el segundo danzante que ya venía haciendo la secuencia completa. 

Figura No. 5. Representación gráfica del cuadro coreográfico No. 2 de la danza kanaga.

En el tercer cuadro coreográfico el primero y segundo danzante repite la secuencia completa del cuadro No. 1 junto con el tercer danzante. Al terminar la secuencia el primer danzante abandona el espacio oval caminando hacia el lado izquierdo para volver a tomar su posición fuera del espacio.

Figura No. 6. Representación gráfica del cuadro coreográfico No 3. de la danza kanaga.

En el cuarto cuadro coreográfico el primer danzante abandona el espacio por el lado izquierdo. Los danzantes repiten la secuencia del cuadro No 1 excepto el cuarto danzante que no realiza la torsión final, de igual forma son tres los que realizan dicha torsión.

Figura No. 7. Representación gráfica del cuadro coreográfico No. 4 de la danza kanaga.

En el quinto cuadro coreográfico el segundo danzante abandona el espacio por el lado izquierdo. Los tres danzantes repiten la secuencia completa del cuadro No. 1, incluida la torsión final.

Figura No 8. Representación gráfica del cuadro coreográfico No. 5 de la danza kanaga.

En el sexto cuadro coreográfico el tercer danzante abandona el espacio por el lado izquierdo. Los dos danzantes repiten la secuencia completa del cuadro No. 1, incluida la torsión final.

Figura No. 9. Representación gráfica del cuadro coreográfico No. 6 de la danza kanaga.

En el séptimo cuadro coreográfico el cuarto danzante abandona el espacio por el lado izquierdo. Los dos danzantes repiten la secuencia completa del cuadro No. 1, incluida la torsión final.

Figura No. 10. Representación gráfica del cuadro coreográfico No. 7 de la danza kanaga.

Finalmente, en el octavo cuadro coreográfico el quinto danzante abandona el espacio por el lado izquierdo. Solo repite la secuencia completa del cuadro No. 1, incluida la torsión final. Con esto termina la danza.

Figura No. 11. Representación gráfica del cuadro coreográfico No. 8 de la danza kanaga. 

El análisis semiótico, que toma de la máscara kanaga y del mito creacional de los Dogón su referente, arroja la siguiente información.
Respecto al cuadro coreográfico No. 1 tenemos que: 
  • Significante: El espacio tiene forma de óvalo. Ya dentro del espacio, los danzantes mantienen sus brazos ligeramente separados y elevados al frente con respecto al cuerpo, en posición descendente. El danzante gira la cabeza hacia atrás de izquierda a derecha acompañado de una flexión de la cintura y el torso, cuando el giro pasa hacia adelante del danzante, éste baja la inclinación del cuerpo y la cabeza, de manera que la sección superior de la máscara frote el suelo, el movimiento circular se completa ahora con la elevación del torso y la cabeza hasta la posición inicial donde inició dicho giro. Después de esto el danzante gira la cabeza a la derecha y luego a la izquierda.
  • Significado: El espacio significa la forma de la semilla primigenia o “huevo del mundo”. La posición vertical de los danzantes significa el principio único de Amma y su brazo vertical. La torsión final significa la unión del plano celeste y el terrenal.
  • Referente: Según refiere el mito Dogón, el universo se crea a partir de una semilla  o kize uzi que tiene forma oval. La máscara Kanaga refiere  que la línea vertical es Amma que interviene en la creación de los primeros humanos en la tierra y la horizontal superior e inferior la conexión entre mundo sobrenatural y terrenal respectivamente.
Respecto al cuadro coreográfico No. 2 tenemos que:
  • Significante: Los danzantes repiten la secuencia del cuadro No 1 excepto la torsión final, pero ahora son dos los que realizan dicha torsión.
  • Significado: La torsión de los dos danzantes significa la idea de gemelidad. La posición vertical de los danzantes es el principio único de Amma y su brazo. La torsión es la unión del plano celeste y el terrenal.
  • Referente: La máscara Kanaga refiere a la primera pareja humana (concepto de gemelidad) y que la vertical es Amma que interviene en la creación de los primeros humanos en la tierra, la horizontal superior e inferior refiere a la conexión entre mundo sobrenatural y terrenal.
Respecto al cuadro coreográfico No. 3, tenemos que:
  • Significante: Los danzantes repiten la secuencia del cuadro No 1 excepto la torsión final, pero ahora son tres los que realizan dicha torsión.
  • Significado: La torsión de los tres danzantes significa la idea de la vibración reproductiva. La posición vertical de los danzantes es el principio único de Amma y su brazo. La torsión es la unión del plano celeste y el terrenal.
  • Referente: La máscara Kanaga refiere a la primera pareja humana, sin embargo, el mito refiere que para el siguiente desdoblamiento se requiere un tercer elemento que es la vibración reproductiva. La vertical es Amma que interviene en la creación de los primeros humanos en la tierra, la horizontal superior e inferior refiere a la conexión entre mundo sobrenatural y terrenal.
Respecto al cuadro coreográfico No. 4, tenemos que:
  • Significante: El primer danzante abandona el espacio por el lado izquierdo. Los danzantes repiten la secuencia del cuadro No 1 excepto el cuarto danzante que no realiza la torsión final, de igual forma son tres los que realizan dicha torsión.
  • Significado: La torsión de los tres danzantes significa la idea de la vibración reproductiva. La posición vertical de los danzantes es el principio único de Amma y su brazo. La torsión es la unión del plano celeste y el terrenal.
  • Referente: La máscara Kanaga refiere a la primera pareja humana, sin embargo, el mito refiere que para el siguiente desdoblamiento se requiere un tercer elemento que es la vibración reproductiva. La vertical es Amma que interviene en la creación de los primeros humanos en la tierra, la horizontal superior e inferior refiere a la conexión entre mundo sobrenatural y terrenal.
Respecto al cuadro coreográfico No. 5, tenemos que:
  • Significante: El segundo danzante abandona el espacio por el lado izquierdo. Los tres danzantes repiten la secuencia completa del cuadro No 1, incluida la torsión final.
  • Significado: La torsión de los tres danzantes significa la idea de la vibración reproductiva. La posición vertical de los danzantes es el principio único de Amma y su brazo. La torsión es la unión del plano celeste y el terrenal.
  • Referente: La máscara Kanaga refiere a la primera pareja humana, sin embargo, el mito refiere que para el siguiente desdoblamiento se requiere un tercer elemento que es la vibración reproductiva. La vertical es Amma que interviene en la creación de los primeros humanos en la tierra, la horizontal superior e inferior refiere a la conexión entre mundo sobrenatural y terrenal.
Respecto al cuadro coreográfico No. 6, tenemos que:
  • Significante: El tercer danzante abandona el espacio por el lado izquierdo. Los dos danzantes repiten la secuencia completa del cuadro No 1, incluida la torsión final.
  • Significado: La torsión de los dos danzantes significa la idea de gemelidad. La posición vertical de los danzantes es el principio único de Amma y su brazo. La torsión es la unión del plano celeste y el terrenal.
  • Referente: La máscara Kanaga refiere a la primera pareja humana (concepto de gemelidad) y que la vertical es Amma que interviene en la creación de los primeros humanos en la tierra, la horizontal superior e inferior refiere a la conexión entre mundo sobrenatural y terrenal.
Respecto al cuadro coreográfico No. 7, tenemos que:
  • Significante: El cuarto danzante abandona el espacio por el lado izquierdo. Los dos danzantes repiten la secuencia completa del cuadro No 1, incluida la torsión final.
  • Significado: La torsión de los dos danzantes significa la idea de gemelidad. La posición vertical de los danzantes es el principio único de Amma y su brazo. La torsión es la unión del plano celeste y el terrenal.
  • Referente: La máscara Kanaga refiere a la primera pareja humana (concepto de gemelidad) y que la vertical es Amma que interviene en la creación de los primeros humanos en la tierra, la horizontal superior e inferior refiere a la conexión entre mundo sobrenatural y terrenal.
Finalmente, respecto al cuadro coreográfico No 8, tenemos que:
  • Significante: El quinto danzante abandona el espacio por el lado izquierdo. Sólo, repite la secuencia completa del cuadro No 1, incluida la torsión final. Con esto termina la danza.
  • Significado: La torsión del danzante significa la semilla primigenia o kize uzi. La posición vertical de los danzantes es el principio único de Amma y su brazo. La torsión es la unión del plano celeste y el terrenal.
  • Referente: Según refiere el mito Dogón, el universo se crea a partir de una semilla o kize uzi que tiene forma oval. La máscara Kanaga refiere que la línea vertical es Amma que interviene en la creación de los primeros humanos en la tierra y la horizontal superior e inferior la conexión entre mundo sobrenatural y terrenal respectivamente.

Conclusiones
Observamos que el espacio dancístico hace referencia al kize uzi o semilla primigenia, la distribución vertical de los danzantes a la intervención del dios Amma en la creación del mundo, la torsión final del danzante en el cuadro coreográfico a la unión del mundo sobrenatural y el terrenal.

Derivado de lo anterior, la secuencia 1, 2, 3, 3, 3, 2, 1 en que los danzantes realizan la torsión, responde a la unicidad de la creación, al concepto de gemelidad y a la vibración reproductiva, respectivamente. Todo este proceso se muestra invertido hacia el final de la danza. En la danza la búsqueda del número par es una constante que se relaciona con el mito creacional y el papel de la mujer como desorden del mundo.

La danza kanaga, en su carácter de danza sagrada, reafirma en el hombre Dogón su lugar en el mundo y su relación biunívoca con el universo. El espacio producido por la pulsación rítmica de la música y del movimiento dancístico, rompe la noción de presente, pasado y futuro, resultando un tiempo infinito en el que se inserta la danza. Esta explicitación del mito creacional responde a una necesidad fundamental del hombre por conocerse a sí mismo en comunidad con el entorno y con ello cargar de significado su propia existencia.


Referencias
Bailes Dogón (Malí). Video. En línea: http://www.youtube.com/watch?v=1CD1IVZqHqo (Consultado el 18/11/13)

Griaule, Marcel & Dieterlen, Germaine. “The Dogon”. En: African Words: Studies in the Cosmological Ideas and Social Values of African Peoples, edit. Daryll Forde, 1954.

Helfritz, Hans. “Música y danzas con máscaras en África occidental”. En: Revista Musical Chilena. Vol. 14, No  73, noviembre-diciembre, 1960a. pp. 90-96.

Helfritz, Hans. “Música y danzas con máscaras en África occidental II”. En: Revista Musical Chilena. Vol. 14, No  74, noviembre-diciembre, 1960b. pp. 97-102.

Magariños de Morentin, Juan A. El signo. Las fuentes teóricas de la semiología: Saussure, Pierce, Morris. Editorial Hachette. Buenos Aires, 1983.

Nganou, A. Danse-thérapie et traumatisme psychique : restauration narcissique et réappropriation de soi chez la femme présentant des troubles post-traumatiques, à travers la pratique de la danse. Thèse d’exercice de médecine. Paris: Université Paris 7- Xavier Bichat, Paris, 2007. 272f.


Notas
(1) Los acantilados de Bandiagara son una fractura geológica de 200 km de extensión que se localiza a 14°20´00´´N y 3°25´00´´ O, entre la sabana y la planicie del río Niger. El mimetismo que proporciona el contexto geográfico era ideal para refugiarse de ataques enemigos: las viviendas dogonas, hechas de arcilla, paja y excremento de bovino, se pierden en lo alto del acantilado de tierra, para acceder a ellas es necesario escalar entre pendientes rocosas lo que hace difícil cualquier intento de intromisión, además, la altura en la que se encuentran las viviendas permite tener una vista aérea evitando ataques próximos.

(2) El kize uzi o semilla primigenia representa al origen de la creación del universo como unicidad de todas las cosas y cuya asociación con la estrella Sirio o Digitaria exelis aparece en las representaciones parietales de los Dogón.

(3) La primera pareja representa el concepto de gemelidad en la que el hombre está representado por el número 3 y la mujer el 4, sumando 7.

(4) Una progresión geométrica está constituida por una secuencia de elementos en la que cada uno de ellos se obtiene multiplicando el anterior por una constante denominada razón o factor de la progresión.

(5) Para los Dogon, el concepto de gemelidad hace referencia a fuerzas complementarias y no antagónicas producto del desdoblamiento de la semilla primigenia, de esta forma, existe un complemento entre los atributos masculinos y femeninos de la pareja primigenia.

(6) Se refiere al pájaro pinzón candela kulikoro (Lagonosticta virata) (Reino: Animalia; Filo: Chordata; Clase: Aves; Orden: Passeriformes; Familia: Estrildidae; Género: Lagonosticta; Especie: L. Virata), un ave casi endémica de la región de la sabana inundada del delta interior del Niger-Bani, una eco-región de la eco-zona afro-tropical, situada en el centro de Malí. Cuenta con una extensión global estimada de aparición de 120,000 km cuadrados y se encuentra en Malí y Senegal.

(7) Representa la Tógu ná, un edificio solo para hombres donde se discuten negocios y se tomas decisiones, el techo de la Tógu ná está hecho de ocho capas de tallos de mijo, la altura del edificio impide que las personas puedan estar de pie, esto ayuda a evitar la violencia cuando las discusiones elevan su tono.

(8) Esto hace referencia al concepto de gemelidad revisado más arriba cuando explicábamos el mito creacional de los Dogón.

(9) Hace referencia a la apropiación sincrética de elementos originariamente africanos.

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