Los procesos creativos pueden gestarse a partir de una amplia gama de posibilidades intelectuales, motrices y sensoriales. En particular, las creaciones sonoras pueden tener como punto de partida o referente el entorno sonoro local de manera que, por medio de una pedagogía y didáctica crítica, se problematice el contexto del propio creador en beneficio de su actividad artística. En ese sentido, ¿qué posibilidades existen para la creación sonora desde la perspectiva de la pedagogía crítica?, ¿que implicaciones socio-culturales puede tener dicha práctica?
“Denomino paisaje sonoro –dice Murray Shafer- al entorno acústico, y con éste término me refiero al campo total, cualquiera que sea el lugar donde nos encontremos. (…) Los paisajes sonoros del mundo son increíblemente variables y difieren con la hora del día y la estación, el lugar y la cultura” (Shafer, s/f). Por su parte, Adolfo Sánchez Vázquez expresa: “si el hombre es ante todo un ser práctico, transformador o creador, que produce con su trabajo una naturaleza humanizada y crea asimismo en éste proceso, su propia naturaleza social, humana, el arte es una actividad humana esencial. Las obras de arte son en primer lugar creaciones” (1979).
Además del desarrollo inherente a la audición atenta del sonido, la reflexión crítica de los entornos sonoros permite un proceso de categorización, conceptualización y valorización del material sonoro a partir de un referente socio-cultural, es decir, identificar que sonidos o combinación de sonidos son importantes para el sujeto, la comunidad o región donde vive; dichos elementos estarán impregnados del contexto cultural, útil sin duda como elementos dentro del proceso creativo.
Aunado a esto, es posible discutir la presencia o ausencia en términos de temporalidad de determinados sonidos, por ejemplo, en un contexto urbano destacarán sin duda los sonidos producidos por la vida moderna (radios, automóviles, máquinas, etcétera), mientras que en un contexto rural destacarán sobre los anteriores los sonidos producidos por la naturaleza (animales, árboles movidos por el viento, la lluvia, el trueno, etcétera). Dichas variantes marcan diferencias puntuales con implicaciones sociales y culturales importantes, ¿por qué la existencia de ciertos sonidos, que implica ello desde la cultura, la tradición, la religión, la política, la ideología, la relación con la naturaleza y con los otros?... En México existe una gran biodiversidad, entornos urbanos y rurales con prácticas socio-culturales específicas, costumbres y tradiciones, manifestaciones que generan un entorno sonoro muy particular, de gran riqueza rítmica, tímbrica y expresiva.
Todo este material sonoro, a la vez recurso creativo y objeto de crítica socio-cultural, es el sustrato o la materia fundamental para la creación sonora. Existen importantes trabajos teóricos y prácticos entre los que podemos citar los de Paulo Freire, Herni Giraux y otros más que, vistos desde una perspectiva musical, pueden contribuir a ampliar el acceso del educando al proceso creativo sonoro.
Referencias
Sánchez Vázquez, Adolfo. (1979). “Socialización de la creación o muerte del arte” En: Sobre arte y revolución. México: Grijalbo.
Shafer, R. Murray. (s/f). Hacia una educación sonora. 100 ejercicios de audición y producción sonora. México: Radio Educación-SEP.